Por: Celia Martínez
Cambiar un comportamiento no se logra de la noche a la mañana. Ya sea que el individuo quiera cambiar sus hábitos alimenticios o comenzar a hacer ejercicios diarios, toma mucho tiempo y esfuerzo implementarlo como estilo de vida. Para la gente que vive con la diabetes tipo 2, no cambiar ciertos comportamientos puede convertirse en una amenaza para su vida. Es por eso que Alivio Medical Center, con su equipo de Compañeros de Salud, se ha asociado con American Academy of Family Physicians Foundation y su programa Peer for Progress (Compañeros para el Progreso) para lograr justamente eso, cambiar el comportamiento. El proyecto, de 36 meses de duración espera mejorar los resultados de salud de los latinos de Chicago que viven con la diabetes tipo 2.
Hecho posible gracias a un subsidio de Bristol-Myers Squibb Foundation, como parte de su programa Juntos en la Diabetes, y en colaboración con TransforMED y el Concilio Nacional de La Raza (NCLR) el proyecto, que comenzó el 1º de agosto, ha emparejado a 400 pacientes de Alivio que viven con la Diabetes tipo 2, con sus compañeros y seguirán su progreso en un período de implementación de dos años, en un esfuerzo por cambiar el comportamiento del paciente. “Es un gran reto para Alivio, porque cambiar un comportamiento no es fácil”, dijo Carmen Velásquez, directora ejecutiva del Centro Médico Alivio. “Es difícil romper los malos hábitos”.
A pesar de esto, Alivio y Compañeros de Salud han afiliado estratégicamente a estos pacientes con compañeros de antecedentes similares, esperando lograr que tengan un mejor control de su diabetes.
“Cuando uno empareja a los pacientes que tienen una enfermedad crónica, en este caso la diabetes, con álguien con el que pueden relacionarse: que luce como ellos, habla como ellos, comparten el mismo tipo de historia, ya sea el de su inmigración a este país – establecen una relación más fuerte”, dijo Juana Ballesteros, gerente del proyecto Mi Salud del Centro Médico Alivio. “Por lo tanto ese paciente es mucho más recíproco y abierto en lo que tienen que decir y por lo tanto están más dispuestos a seguir ese consejo y recomendaciones porque confían en lo que esa persona les dice”.
De acuerdo a Velásquez, Alivio fue escogido por su experiencia en su línea de trabajo, su compromiso con Compañeros de Salud y su compromiso con el concepto de que la gente del barrio tiene valores y ayuda a sus compañeros a cuidarse de si mismos. “No empoderamos a todos”, dijo Velásquez. “Cuando uno decide que quiere controlar su diabetes, necesita un cambio de comportamiento. Nadie puede hacer eso por usted”.
El programa Compañeros para el Progreso no solo permite a los profesionales médicos seguir los cambios de comportamiento, sino que les permite ver como el apoyo de los compañeros afecta sus decisiones y ofrecen consejos sobre salud y nutrición para ayudar a los pacientes a tomar alternativas más saludables.
“Tampoco vamos a ser ingenuos”, dice Ballesteros, “entendemos que nuestros pacientes tienen muchos otros problemas y definitivamente queremos ayudarles a descubrir sus propias barreras y a minimizarlas”.
Velásquez dijo que hay cerca de 4,000 pacientes de Alivio que viven con la diabetes y ella, junto con Ballesteros, entienden que la gente que vive con diabetes vive con ella 24 horas al día, siete días a la semana y cuando los pacientes dejan una clínica, enfrentan una gran variedad de problemas que no pueden resolverse en una visita de diez minutos con un médico. Sin embargo, siguen siendo optimistas en el proyecto y en la misión.
“Tengo confianza en que en dos años podamos probar que nuestros pacientes, cuando reciben este tipo de servicio de apoyo de compañeros, pueden administrar su glucosa y monitorearla en casa”, dijo Ballesteros. “Estamos entrando a un nuevo modelo de cuidado de salud en este país”, agregó.