Por: Celia Martínez

Como dice el viejo adagio, “Nunca es demasiado tarde para regresar a la escuela”. Los adultos que han estado fuera de la escuela mucho tiempo pueden reirse de esto, mientras otros mantienen el dicho en la mente murmurando “algún día, algún día”.

Si, es verdad: la vida pasa. Pero ya sea que el individuo nunca regrese a la escuela después de secundaria, o que solo tome unos cuantos cursos de colegio y nunca se gradúe, o que esté listo para conseguir otra licenciatura, puede ser un reto regresar a la escuela después de haber estado fuera tanto tiempo.

“Si [los estudiantes adultos] se han decidido y quieren regresar a la escuela después de una larga ausencia, puede ser difícil cambiar de un ambiente profesional a un ambiente académico”, dijo Jeremy Joslin, decano asistente de la Escuela de Continuidad y Estudios Profesionales de la Universidad de Loyola.

Joslin dijo que por esa razón, la Universidad de Loyola ofrece un curso de introducción, específicamente diseñado para que a los estudiantes adultos se les facilite el regreso a la escuela. El curso de introducción está enfocado en claves para escritura académica y destaca los recursos disponibles para los estudiantes. “Tratamos de que se mantengan en contacto con todos los recursos que tienen a su disposición, para incrementar sus posibilidades de triunfo”, dijo Joslin.

El tiempo y el dinero también es un factor de reto, de acuerdo a Joslin, ya que muchos adultos viven por su cuenta, pueden tener familia (esposos/hijos) y posiblemente trabajen 40 horas a la semana. Puede ser difícil para ellos hacer un tiempo para las clases y el estudio, que es algo que se tiene que tomar en consideración antes de regresar a la escuela. “Los estudiantes adultos enfrentan muchos más retos que el estudiante promedio de 20 años”, dijo Joslin. “Es difícil pagar colegiatura cuando se está pagando una hipoteca o pagando una renta”.

Joslin dijo que aunque hay muchos obstáculos que los estudiantes adultos tienen que vencer si quieren terminar su licenciatura, no es imposible, pero deben hacer una investigación sobre el colegio o la universidad y ver que recursos tiene disponibles, si es que los hay, para estudiantes adultos.

Pero si regresar a la universidad parece abrumador, tal vez un colegio comunitario pueda ser una mejor opción. Los colegios comunitarios usualmente no ofrecen cursos de educación diseñados específicamente para los estudiantes adultos, pero tienden a ofrecer clases de fin de semana y vespertinas y el costo de la colegiatura es mucho menor.

La Profesora de artes de Lenguage del Morton College, Michele Morh, cree que un colegio comunitario puede ser una mejor forma para que el estudiante adulto regrese a la escuela, ya que el colegio ofrece clases a partir de las 7 a.m. a las 9.p.m. o 10 p.m. y clases de los fines de semana, que pueden funcionar fácilmente en el horario de trabajo de nueve a cinco. Pero lo que para algunos puede ser sorprendente es que, de acuerdo a Mohr, la edad promedio de un estudiante del Morton College es de 28 años de edad. Esto puede ser algo bueno para algunos individuos que piensan regresar a la escuela. Cuando uno va a la universidad se puede ver rodeado de jóvenes de 18 años”, dijo Mohr. “No hay nada malo en ello, pero cuando uno tiene 28 o 35 o 40 años, puede sentirse incómodo”.

Mohr dice que, en su experiencia, los estudiantes adultos tienden a estar más enfocados en el salón de clases, pero encuentra que algunas veces tienen dificultades para venir a clases o entregar sus tareas a tiempo debido al apretado horario de trabajo. “[Los estudiantes adultos] usualmente están dentro y fuera de clases y no aprovechan en su totalidad los recursos disponibles”, dijo Mohr. “Pero si se acercan a sus profesores, la mayoría de nosotros puede ayudarle”.

Lo importante es considerar regresar a la escuela y triunfar y algunos colegios y universidades ofrecen amplios programas, servicios y recursos para los estudiantes adultos. Tanto Mohr como Joslin están de acuerdo en que los estudiantes deberían hacer una investigación a fondo sobre el colegio/universidad al que planean asistir, la licenciatura que persiguen, el costo de la colegiatura y, si es posible el volumen de trabajo, para aumentar las probabilidades del éxito.

Mohr sugirió también a los futuros estudiantes que hablaran a los estudiante actuales y a los profesores antes de inscribirse en las clases, para tener una idea de lo que pueden esperar. “Exploren un poco”, dijo Mohr. “No se inscriban en la primera clase que ven”, dijo.