Aún en el teléfono uno se puede dar cuenta del amor maternal que Lidia irradia con cada palabra. Su hija más pequeña anda cerca. Se siente ligeramente ansiosa porque sabe que su mamá está hablando sobre su hermana pequeña, a quien ella no conoció. Es imposible para Lidia no emocionarse cuando recuerda a su pequeña Viridiana, quien muriera trágicamente cuando un conductor borracho se estrelló contra su auto familiar, el Día de San Valentín.
“Era una niñita especial. Solo tenía 11 años y siempre quería ayudar a los otros. Quería ser cantante, tener dinero y poder alimentar a los niños desamparados”, dice Lidia, reflexionando tiernamente en los recuerdos de su hija. Lidia recuerda una conversación que tuvieron solo semanas antes del accidente. “Estábamos en México y ella (Viridiana) vio que en mi licencia de conducir decía que yo era donadora de órganos. Nunca tuve miedo de decir si, porque cuando yo muera quiero que mi cuerpo ayude a otras personas. Y Viri me dice, ‘Mami, cuando yo muera también quiero ser una donadora de órganos”. El destino le estaba dando a Lidia una señal, tal vez la señal más importante de su vida.
Menos de un mes después del accidente los doctores informaron a Lidia y a su familia que la pequeña Viridiana tenía muerte cerebral. “Mi esposo estaba en una silla de ruedas y todos estábamos heridos. Ella era la niña de sus ojos. Al principio no queríamos… piensa uno tantas cosas… Hay muchos mitos sobre las donaciones que nada tiene que ver con la realidad”. Pero su hijo mayor, Eduardo, les hizo ver que la mejor manera de honrar la memoria de Viridiana era cumplir su deseo y donar sus órganos. No nos la van a regresar. Y eso era lo que ella quería, vivir en otras personas”. Por la generosidad de Viridiana y de su familia más de siete personas o han sido rescatadas de la muerte o han visto una drástica mejoría en su calidad de vida. Tres de ellos eran niños.
Raiza Mendoza, Coordinadora de Enlace Comunitario y Relaciones Públicas Hispanas dice: “La gente cree que la donación de órganos solo pretende a los adultos, pero la realidad es que solo en Estados Unidos, más de 1,500 niños están esperando un transplante”. Si desea inscribirse como donante o desea más información sobre la donación de órganos, visite www.giftofhope.com o llame al 630-758-2744.