Chicago y las familias inmigrantes del país sostendrán vigilias de las oficinas representantes de ICE para recabar apoyo para sus seres queridos, actualmente en el Centro de Detenciones Otay en San Diego, California. La vigilia es parte de una iniciativa de la Campaña ´Tráiganlos a Casa’, para reunir a familias que fueron previamente separadas por la deportación y leyes extremistas y anti-inmigrantes. La vigilia tendrá lugar el jueves, 27 de marzo, a las 4:30 p.m. fuera de la Oficina de ICE en Chicago, 101 W. Congress Parkway.

La semana pasada Elvira Arellano fue parte del cuarto grupo que cruzó en el Puerto de Entrada de San Isidro, en San Diego, CA. Dos días después de haber sido detenida en custodia por ICE. A Arellano le fue concedida la libertad humanitaria y libertada del Centro de Detenciones Otay. Desde entonces, ICE ha dejado salir a dos madres más: Erika Troncoso y Mónica Mejía de Arizona.

Este mes, la Administración Obama aprobó la deportación No. 2 millones, separando a familias y dejándolas enfrentar repercusiones extremas, financieras, emocionales y físicas.

Isabel Martínez, madre de una hija de ocho años, ciudadana de E.U., a quien no ha visto por más de un año.

Miriam Elizabeth Rodríguez Flores, madre de dos niños ciudadanos de E.U., de 7 y 5 años, a quienes no ha visto en más de dos años. Míriam reside en Ciudad Juárez, México, ciudad fronteriza, propensa a la violencia, con tráfico humano y de drogas. Si es deportada, Míriam corre el riesgo de enfrentar violencia y persecución.

Cecilia García, madre soltera de dos hijos ciudadanos de E.U. que requieren atención médica. Si es deportada, los hijos de Cecilia se verán forzados a regresar a México sin acceso a cuidado de salud apropiado.

Luis Manuel Chávez, Un SOÑADOR de 22 años, quien fue forzado a salir de E.U., en el 2012 debido a barreras financieras que le hicieron imposible tener acceso a una educación de colegio.

Miguel Angel Cedillo, padre de dos hijos ciudadanos de E.U., de 3 y 5 años, a quienes no ha visto en dos años después de salir del país, por temor a una deportación por conducir sin licencia.