A partir de este otoño se implementarán nuevas normas federales para el tipo de bocadillos y bebidas permitidas en las cafeterías de las escuelas del país. Las nuevas reglas son parte de un contínuo esfuerzo del gobierno para ayudar mejorar el contenido nutricional de los alimentos disponibles en las escuelas de nuestra nación, escribe Michelle Simon, abogada y defensora de salud pública en Time.com op-ed.
Sin embargo hay un problema: de acuerdo a Simon, los nuevos bocadillos “saludables” aprobados por el Departamento de Agricultura de E.U. para reemplazar los bocadillos actuales, no son en realidad buenas fuentes de nutrición. Los Cheetos ‘de grasa reducida’, los Pop-Tarts “de grano entero” y los Gatorade “bajos en azúcar” aún contienen ingredientes dañinos, incluyendo endulzantes y colorantes artificiales.
“Big Food pone a sus sofisticados departamentos R&D a trabajar y resultó según ‘USDA-compliant’ comida chatarra”, escribió Simon, presidente de la empresa de vigilancia corporativa Eat Drink Politics. Pero “¿realmente la comida es mejor ahora?”
Simon piensa que no. Cree que las corporaciones – apoyadas por el gobierno federal – están engañando a los niños con sus “falsos mensajes de mercadeo sobre comida chatarra saludable” La mejor forma de engancharlos a toda una vida de hábitos alimenticios insalubres.