Como experto en físicoculturismo y neurocirujano, el Dr. Brett Osborn dice que aprecia el creciente interés público en la salud y el acondicionamiento físico en general. Ahora, dice, esa atención necesita ampliarse posiblemente a nuestro órgano más esencial – el cerebro.
Septiembre es un mes apropiado para hablar sobre la salud del cerebro: es el Mes Mundial del Alzheimer y el comienzo de la temporada de fútbol. Ahora sabemos que los jugadores de fútbol en NFL el colegio e inclusive en secundarias sufren considerables traumas de cabeza, ya sea por golpes que resultan en conmociones cerebrales o golpes repetidos y moderados.
También es la temporada de fútbol sóccer en otras partes del mundo. La preocupación sigue aumentando por el daño neurológico que sufren los jugadores por repetidos golpes del balón en la cabeza. Los efectos a largo plazo, incluyendo depresión y otros problemas de salud mental son similares a los sufridos por los jugadores de fútbol americano, dice. Osborn ofrece consejos para ayudar a todos a mantener la salud cerebral.
Aprenda nuevas destrezas. “Como con otras preocupaciones de salud, la salud del cerebro debe fincarse en la prevención de la enfermedad”, dice. El Alzheimer’s es una enfermedad neurodegenerativa, las causas de la cual y la cura, se desconocen. Sin embargo, es ampliamente conocido que la estimulación y la actividad del cerebro pueden demorar el inicio de la enfermedad. La adquisición de una nueva destreza – ya sea aprender a tocar un instrumento o a esquiar en el agua – ejercitan el “músculo” del cerebro.
Comprométase a hacer ejercicio. Todos sabemos que el ejercicio ayuda a proteger el corazón, pero no todos saben que la actividad física es también buena para el cerebro. El cerebro no es un músculo, pero puede ejercitarse como tal, lo que forja nuevas vías neuronales.
No se preocupe por el estrés. Existe algo como el buen estrés, incluyendo el agudo estrés corporal involucrado en el entrenamiento de la fuerza. Por supuesto existe el estrés malo, como el estrés psicológico asociado con relaciones de trabajo o interpersonal y estrés ambiental, toxinas derivadas de alimentos cargados de plaguicidas. Como siempre, usted tiene una alternativa. No tiene que aceptar el estrés mental en su vida. Reconsidere las relaciones tóxicas. Piense bien como manejar la presión en el trabajo. Tal vez pueda adoptar una rutina de ejercicios a la hora del almuerzo.