Algunos pueden estar olvidando las penurias de la Gran Recesión pero, para muchos hispanos, en especial los mayores, la lucha dista mucho de estar por terminar. Según un reporte del Pew Research Center, Wealth Gaps Rise to Record Highs Between Whites, Blacks and Hispanics (La brecha de riqueza alcanza cifras récord entre blancos, negros e hispanos),los hispanos tuvieron la mayor pérdida de riqueza en el hogar durante la recesión, pasando de $18,359 en el 2005 a $6,325 en el 2009, una caída impactante del 66%. Incluso cinco años después de que terminara oficialmente la recesión, las disparidades en la riqueza entre los hispanos y otros grupos siguen siendo enormes.
El impacto de la recesión en el valor de las viviendas también causó estragos financieros en los hispanos. Y debido a que los hispanos, en general, mantienen una proporción mucho mayor que otros grupos de su patrimonio neto en el valor líquido de la vivienda, el impacto es tan amplio como profundo.
En estos tiempos de dificultades económicas, el Seguro Social sigue siendo la fuente de ingresos más confiable para los hispanos mayores. Y mientras que algunos han reservado ahorros para la jubilación o reciben apoyo de sus parientes, la SSA (Administración del Seguro Social) indica que al menos el 40% de las parejas mayores casadas y el 63% de los hombres y las mujeres solteros dependen del Seguro Social para el 90% o más de sus ingresos. Aunque sus beneficios son modestos, más del 50% de los hispanos mayores vivirían en la pobreza si no recibieran cheques del Seguro Social.
Hoy en día, los trabajadores hispanos representan alrededor del 15% de la fuerza laboral de Estados Unidos y contribuyen de manera significativa a los fondos del Seguro Social a través del impuesto a la nómina. Pero, irónicamente, hay inmigrantes hispanos mayores que han contribuido al Seguro Social pero no pueden aprovechar los programas de apoyo, como el SNAP (Programa Suplementario de Asistencia Nutricional) o recibir SSI (Seguridad de Ingreso Suplementario). Se les deniegan porque no cumplen con los requisitos de elegibilidad, como ser ciudadanos naturalizados o acumular el nivel necesario de historial laboral en Estados Unidos.
Y la cobertura de salud es otro desafío significativo para los hispanos mayores. Incluso los modestos aumentos anuales del Seguro Social no son suficientes para ayudar a la mayoría de los adultos mayores a seguirle el ritmo a los crecientes costos de la atención médica, así que deben desembolsar más dinero. Más del 5% de los hispanos mayores carece de seguro médico, en comparación con menos del 1% entre los mayores no hispanos.
La reciente crisis financiera de nuestro país ha generado contratiempos para las familias y las personas de todas las edades, pero los hispanos han mantenido una perspectiva positiva del futuro, ya sea para ellos mismos o para sus hijos. Una investigación adicional de Pew muestra que dos tercios de los hispanos esperan que sus circunstancias económicas mejoren en un futuro cercano y creen que sus hijos disfrutarán de un mejor nivel de vida que ellos.
Por más de 55 años, AARP ha trabajado para mejorar la vida de los hombres y mujeres mayores y sus familias, en especial para mejorar su salud y su seguridad financiera. Trabajar para mantener sólido al Seguro Social y a Medicare para las generaciones actuales y futuras es una parte integral de lo que hacemos. También lo es generar conciencia sobre los programas que apoyan una mayor estabilidad económica. Por ejemplo, mientras que algunas personas no resultan elegibles para programas de asistencia alimentaria como el SNAP, muchas sí lo son pero no lo saben.
Ahorrar y generar riqueza en el hogar es indispensable para acrecentar la estabilidad económica en el futuro. A medida que la población hispana aumente en las próximas décadas, AARP continuará apoyando y luchando por estas familias que deseen alcanzar el sueño americano.
Visita AARP.org o AARP.org/espanol para obtener herramientas, información y recursos para mejorar la salud y la seguridad económica y descubrir las posibilidades a tu alcance.