Por: Gianna Gaza
Jennifer Leach, directora asistente de la División del Consumidor y Educación Comercial de Federal Trade Commission, muchas veces habla a las personas sobre sus temores por el robo y el fraude al crédito. Pero en una ocasión, ella por poco se convierte en víctima.
Después de una cirugía, hace unos años, Leach recibió una llamada alegando que había pagado de más en su cuenta de hospital y era elegible para recibir una compensación. Terminó siendo un timo y Leach se siente agradecida de haberlo reconocido como tal. “Casi caí”, dice.
Jennifer se unió a otros funcionarios gubernamentales, abogados comunitarios y consumidores en una conferencia reciente, para discutir que comunidades están en riesgo de fraude y como la gente puede evitar convertirse en víctima.
Los timadores engañan a los clientes para que les den información abusando de la vulnerabilidad del individuo, dijo Leach. “Son profesionales y buenos en lo que hacen. Su trabajo es conseguir dinero”. Por ejemplo, los estudiantes universitarios y las comunidades minoritarias son muchas veces las presas predilectas de los timadores.
“Algunas veces los estudiantes son estafados por compañías que les ofrecen reducir la deuda estudiantil o eliminarla del todo”, dijo Cecilia Abundis, Asistenta del Procurador General de Illinois. Abundis advierte a los estudiantes tener cuidado con las estafas de becas. “Nadie tiene que pagar por obtener información sobre becas”, dijo.
Las comunidades minoritarias tienen que tener también más cuidado con las amenazas de estafas.
“Los consumidores negros e hispanos son más propensos a resultar víctimas de estafas que el resto de la población en general”, dijo el miembro del panel, Steven Baker, director de la región del Medio Oeste de Federal Trade Commission. “Hay una correlación entre los bajos ingresos y las comunidades minoritarias, haciéndolas más propensas a caer en estafas de tarjetas de crédito”, dijo.
Los consumidores latinos son muchas veces víctimas de personas que les prometen resolver sus problemas migratorios o que les cobran de más por llenar papeles para el gobierno relacionados con inmigración, dicen los funcionarios.
Jennifer Beardsley, abogada de personal de la Fundación de Asistencia Legal, con base en Chicago, agregó. “Tiene que ver con el ingreso y la educación”, dijo. “Pone a las comunidades minoritarias en un riesgo más alto de sufrir estafas”.
Una desconfianza histórica entre las comunidades minoritarias e inmigrantes y las fuerzas del orden hace que las personas busquen menos ayuda cuando se convierten en víctimas de fraude, dice Beardsley.
“Queremos que sepan que es algo seguro y queremos que se comuniquen con nosotros’, dijo Baker.
Desafortunadamente sin embargo, reportar el crimen no siempre es suficiente.
En la mayoría de departamentos de policía no va a tener suerte”, dijo Joel Vargas, director de análisis de inteligencia de InterPortPolice Global Force, compañía de seguridad mundial. “No hay nada que la policía pueda hacer”.
“Desafortunadamente en la mayoría de los casos no hay solución”, agregó Bearsley. Afortunadamente, sin embargo, hay precauciones que se pueden tomar para disminuir las posibilidades de convertirse en víctima de fraude”.
Beardsley aconseja también contra decisiones apresuradas cuando se hacen tratos financieros. “Si suena demasiado bueno para ser verdad, lo es”, dijo. “Nunca firme documentos que no entienda. Si el acuerdo se hace en un instante, probablemente es falso”.
El evento fue parte de una gira a nivel nacional patrocinada por Federal Trade Commission, así como por New America Media, organización no lucrativa de medios de comunicaciones étnicos y Community Media Workshop, grupo no lucrativo que promueve el periodismo comunitario.