Por: Nadia Al-Samarrie
Cuesta trabajo salir de la temporada navideña sin ganar peso. La gente con diabetes enfrenta un reto mayor con las fiestas navideñas y las reuniones familiares. Una comida extra o un carbohidrato podría elevar el azúcar en la sangre a un punto crítico. Todo lo que necesitamos es apoyarnos unos a otros. No hay poca crítica para las personas que viven con diabetes. Alguien que vive con esta enfermedad crónica es controlada donde quiera que va, asumiendo que todos saben que padece diabetes. Si usted mismo se considera un crítico, está bien. Hasta que se ponga en los zapatos de álguien más no tendrá idea de lo bien que se están portando, considerando sus circunstancias. A continuación cinco sencillos consejos para los días de fiesta para personas y familiares que viven con diabetes y para la gente que no tenga idea lo que cuesta controlar esta enfermedad.
1. Si usted tiene diabetes, no se juzgue. Algunas veces la tensión de las navidades y los interminables buffets y comidas son difícil de resistir. Si cae en la tentación, pruébese el azúcar en la sangre con más frecuencia y ajuste su medicina como se lo haya indicado su médico. Si puede resistir los antojos y mantenerse en una celebración baja en carbohidratos, “felicidades”. Si no tiene diabetes; no juzgue a la gente con diabetes. No tiene idea de lo que esto significa. Si usted la tuviera, créame, sería mucho más compasivo.
2. Respete la manera en que otras personas controlan su enfermedad. Usted no sabe lo que no conoce y no es fácil. No todos controlan su diabetes de la misma forma.
3. Cuando vaya a una fiesta, recuerde tener una estrategia. Necesita ser honesto consigo mismo. Si decide consentirse y sabe que está entrando a un terreno peligroso, vuelva a leer mi primer consejo.
4. Sea un buen ejemplo. Si no tiene diabetes no sostenga un plato con un postre y pregunte a una persona con diabetes si puede comerlo. El comentario pasivo agresivo solo es otra forma de decir que usted no debería estarlo comiendo.
5. Si tiene un conocimiento extremo sobre la diabetes, corrija a la gente cuando haga comentarios ignorantes sobre su enfermedad. Si tiene diabetes, abogue por si mismo. Se que cuesta hacerlo porque la ignorancia es abundante. Piense en ello como en delinear un plan para otra persona que vive con diabetes. Si educa a una persona, esta a su vez educará a otra. Queremos que hagan consciencia; de esta forma habrá más gente educada sobre la diabetes.