En cualquier noche, más de 6,700 habitantes de Chicago se encuentran sin una casa o una cama de albergue. Cómo llegaron a esto varía, pero una cosa es cierta: programas de prevención al desamparo y fondos para ello disminuyen dramáticamente las probabilidades de que terminen en la calle y ahorren dinero de los contribuyentes. Sin embargo, el impase del presupuesto estatal ha puesto en grave peligro los fondos futuros del programa, dejando potencialmente a cientos de personas sin hogar y costando a los contribuyentes decenas de miles de dólares en albergues de emergencia, vivienda transicional y otros servicios, en vez de prevenir el desamparo. En un nuevo estudio, conducido en Chicago y publicado esta semana en Journal of Science, se revela que cuando hay fondos de prevención al desamparo disponibles, la probabilidad de que una persona se convierta en desamparado en 6 meses se reduce al 76 por ciento. El estudio prueba que una inversión mínima de un promedio de $2,400 por persona, evita que álguien se convierta en desamparado y ahorra más de $20,000 por persona, por año, en fondos del contribuyente, necesarios para apoyar a una persona en un albergue y con otros servicios.
Sin embargo, el impase del presupuesto estatal significa que los fondos para programas de prevención al desamparado están en el limbo y más de $1 millón de fondos preventivos no estuvieron disponibles en el Año Fiscal 2016. En Chicago, los fondos para prevención del desamparo son canalizados a docenas de agencias de todo Chicago, las que reciben aproximadamente $2 millones por años en fondos, más de $1 millón de los cuales proviene del Estado de Illinois. En el 2014, los fondos de prevención al desamparo garantizaron que 5,000 personas y familiares no se convertían en desamparados. Por el impase del presupuesto estatal, ese número se redujo a 3,000 el año pasado. El pionero estudio, que prueba que los programas de prevención al desamparo son efectivos y eficientes, fue conducido por Wilson Sheehan Lab for Economic Opportunities en la Universidad de Notre Dame con Caridades Católicas y el Arzobispo de Chicago y All Chicago. Esta es la primera vez que se mide rigurosamente el impacto de ayuda financiera de emergencia para los desamparados y no habría sido posible en ninguna otra ciudad del país. Chicago es la única ciudad de la nación con una base de datos única y colaborativa y un centro de proceso de filtrado de llamadas que hizo posible el estudio y el seguimiento de llamadas y fondos.