Una buena vida puede reducir su riesgo de enfermedades cardíacas aún cuando sus genes estén contra usted. Un estudio encuentra que la gente que tiene más riesgo de herencia reduce a la mitad las probabilidades de tener un ataque cardíaco u otros problemas cardíacos si no fuma, come bien, hace ejercicio y se mantiene delgado. Lo opuesto es verdad también: Puede echar a perder el beneficio de los buenos genes con hábitos dañinos. Se ha sabido que los genes y el estilo de vida afectan el riesgo de problemas cardíacos, pero cuanta influencia tiene cada uno y cuanto un factor puede afectar al otro, no se sabe. Los investigadores combinaron información de más de 55,000 personas en cuatro estudios alrededor del mundo. Uno incluyó una revisión del acumulamiento de placa en las arterias del corazón. Los participantes fueron revisados en 50 genes relacionados con riesgos cardíacos y colocados en cinco grupos en base a cuantos tenían. También fueron catalogados en tres grupos por factores de estilo de vida – no estar obeso, hacer ejercicio por lo menos una vez a la semana, comer saludable y no fumar. El grupo de estilo de vida favorable tenía por lo menos tres de estos cuatros factores; el grupo no favorable tenía uno o ninguno. Los resultados: la gente con mayores genes de riesgo tuvo cerca de dos veces la probabilidad de desarrollar problemas cardíacos que la gente con el grupo de genes más bajo. Lo mismo pasó con aquellos del grupo de estilo de vida dañino contra el favorable. Pero la parte interesante fue la diferencia en riesgo cuando se combinaron los genes y el estilo de vida. Cuando los investigadores vieron los resultados de imagen, los factores de estilo de vida y genéticos igualaban cuanta placa había en la arteria. De nuevo, un estilo de vida saludable mitigó el daño de los genes malos.