Por: Ashmar Mandou
Mónica Espinoza es una defensora incansable, audaz en su empeño de llevar más oportunidades a los estudiantes de color de Chicago, como tutora de padres, papel que ha cambiado positivamente su vida. Espinoza salió de México a la edad de 17 años para buscar una vida mejor, lo que fue difícil al principio, trabajando por largas horas en una fábrica de Chicago. “Definitivamente me hundí en la depresión. Sabes, cuando uno crece oyendo ‘no tienes un propósito’ o ‘estás en la tierra para cocinar y ser una buena esposa’, uno tiende a creerlo. por lo que viví cada día de mi vida creyendo que no tenía nada que ofrecer”, dijo Espinoza, madre de cuatro hijos. Su perspectiva cambió cuando se convirtió en tutora de padres en la escuela de su hijo, McAuliffe Elementary en Logan Square.
“Estaba tan deprimida por estar lejos de mi hijo, de mis hijos. No sabía que hacer, la felicidad me llegó cuando estuve con mis hijos todo el día. Así que cuando me convertí en tutora de padres encontré el nutriente que necesitaba, encontré mi propósito con la ayuda de otros padres. Ser tutora de padres me enseñó a ver dentro de mi misma y a descubrir que soy un líder. El programa de Tutores de Padres crea líderes y da a los padres la oportunidad de dar sus opiniones sobre las injusticias que ocurren a su alrededor”, dijo Espinoza.
El liderazgo de Espinoza se puso a prueba este año entre las manifestaciones anti-inmigrantes y las redadas de ICE en las que las familias quedaban separadas, realidad que dice tiene que aceptar en caso de que su familia sea la que sigue. “Yo he estado en este país por tanto tiempo. Este es mi hogar, este es el hogar de mis hijos. Yo quiero a este país”, dijo Espinoza conteniendo las lágrimas. “No voy a permitir que el miedo me domine. El miedo solo oprime a la gente. Tengo que representar a las familias que tienen miedo de mostrar su rostro. Tengo que representar a familias que viven en las sombras. Ese es ahora mi propósito. Lucho por proteger a las familias”.