La gente con el síndrome de fatiga crónica puede tener un desbalance en su bacteria intestinal, sugiere un nuevo estudio. El estudio descubrió que la gente con síndrome de fatiga crónica tiene niveles más altos de cierta bacteria intestinal y niveles más bajos de otras, comparado con personas saludables que no tienen este problema. Los investigadores estudiaron si estos desbalances caracterizaban también el subconjunto de pacientes en el estudio que padecían el síndrome del intestino irritable (IBS), un desorden intestinal común en personas con el síndrome de fatiga crónica. Los resultados mostraron que los pacientes tenían en si diferentes patrones de problemas de bacteria intestinal, dependiendo si tenían solo el síndrome de fatiga crónica o ambos, el síndrome de fatiga crónica y IBS.
Los hallazgos sugieren que los investigadores pueden dividir los pacientes de síndrome de fatiga crónica en diferentes grupos, dependiendo de su desbalance de bacteria intestinal, lo que podría ayudar en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, dicen los investigadores. El síndrome de fatiga crónica es un desorden en el que la gente tiene fatiga extrema y no mejora con el descanso y no es el resultado de otra condición médica.Se calcula que del 35 al 90 por ciento de pacientes con fatiga crónica reportan también incomodidad abdominal, consistente con los síntomas del IBS, dicen los investigadores. La razón de la relación entre el síndrome de la fatiga crónica y el IBS no es clara; el síndrome de fatiga crónica puede predisponer a los pacientes a desarrollar IBS, o las dos condiciones pueden tener causas similares, dicen los investigadores. Previos estudios han descubierto ya diferencias en la bacteria intestinal en los pacientes de fatiga crónica comparados con gente sana. Pero el nuevo estudio es uno de los primeros en ver las diferencias entre la bacteria intestinal en la fatiga crónica, con la hipótesis de que la bacteria intestinal alterada podría desempeñar un papel en la causa del síndrome de fatiga crónica, porque algunos investigadores muestran que la bacteria intestinal de la persona puede afectar su sistema nervioso central y su sistema inmunológico. Sin embargo, también es posible que los cambios en la bacteria intestinal sean una consecuencia de padecer el síndrome de fatiga crónica.