La gente que tiene sobrepeso corta su expectativa de vida en dos meses por cada libra extra de peso que lleva, sugiere una investigación. Un importante estudio de los genes que apoyan la longevidad, ha descubierto también que la educación lleva a una vida más larga, con casi un año agregado por cada año que se pasa estudiando después de la escuela. Otros hallazgos clave son que la gente que deja de fumar, estudia más y está abierta a nuevas experiencias puede esperar vivir más tiempo. Científicos de la Universidad de Edinburgh analizaron la información genética de más se 600,000 personas junto con récords del largo de vida de sus padres. Como la gente comparte la mitad de su información genética con cada uno de sus padres, el equipo pudo calcular el impacto de varios genes sobre la expectativa de vida.
Las alternativas de estilo de vida se ven influenciadas hasta cierto punto por nuestro DNA – genes, por ejemplo, que han sido vinculados al aumento del consumo de alcohol y adiciones. Los investigadores pudieron por lo tanto tanto calcular cuales tienen la mayor influencia en el largo de vida. Su método fue diseñado para descartar las probabilidades que cualquier asociación observada pudiera haber causado por un factor vinculado, por separado. Esto hizo posible determinar con precisión que factores de estilo de vida causaban que la gente viviera más, o menos. Encontraron que fumar cigarrillos y rasgos asociados con el cáncer del pulmón tenían el mayor impacto en acortar la vida. Por ejemplo, fumar un paquete de cigarrillos por día durante toda la vida, reduce en siete años la expectativa de vida, calculan. Pero los fumadores que dejan de fumar pueden eventualmente esperar vivir tanto como álguien que nunca ha fumado. La grasa corporal y otros factores vinculados con la diabetes tienen también una influencia negativa en la esperanza de vida. El estudio identificó también dos nuevas diferencias de DNA que afectan el largo de la vida. El primero – un gene que afecta los niveles de colesterol de la sangre – reduce la expectativa de vida alrededor de ocho meses. El segundo – un gene vinculado al sistema inmunotógico – agrega medio año a la expectativa de vida. La investigación, publicada en Nature Communications, fue patrocinada por Medical Research Council.