Por: Ashmar Mandou
Cerca de 1,000 atletas de E.U. y Canadá participaron en los Juegos Olímpicos Internacionales de Verano Especiales que tuvieron lugar en julio de 1968 en el Soldier Field. Este viernes, Los Olímpicos Especiales se unirán al Distrito de Parques de Chicago en una ceremonia para poner la primera piedra de la Flama Eterna de Esperanza, monumento permanente de 30 pies, celebrando los Olímpicos Especiales No. 50. El monumento servirá como símbolo de inclusión y honrará el espíritu y la determinación de los niños y adultos con discapacidades intelectuales. Asistirán unos cuantos atletas de los Juegos Olímpicos de Verano Especiales del 1968, incluyendo a la residente de Lawndale, Amelia Herníndez, de 61 años, quien tenía solo 11 cuando se celebraron los primeros juegos.
“No recuerdo ese día, pero me encanta competir”, dijo Hernández, quien recientemente ganó medallas de oro en la competencia de levantamiento de pesas de los Olímpicos Especiales en Quest Multisport en East Garfield Park el 24 de febrero, donde levantó 30 libras. “Estoy entusiasmada con participar. Me encantan los deportes como el levantamiento de pesas, el hockey y el volleyball. Me divierten mucho”.
La tenacidad de Hernández y su fuerza por la vida son verdaderamente inspiracionales para todo el que la rodea, especialmente para su madre. “Tu sabes, en esos días, los niños que enfrentaban circunstancias similares a las de Amelia muchas veces se escondían del público”, dijo Connie Hernández, madre de Amelia. “En ese tiempo no había muchos programas para gente como Amelia. Luchaba por encontrar cosas que ella pudiera hacer, porque siempre fue diferente. Quería hacer muchas cosas, quería aprender, quería explorar”. Connie reveló un doloroso momento ocurrido en la vida de Amelia que la motivó a buscar programas de calidad para su hija.
“Nunca olvidaré que participamos en uno de los primeros desfiles del Día de la Independencia de México. Amelia y yo, así como sus amigos, estabamos en una carroza. Estabamos felices, listos para vitorear, cuando la multitud empezó a gritar cantando cosas horribles ‘Ahí van los mensos”, dice Connie limpiándose las lágrimas. “Fue doloroso oirlo porque no quería que esos cantos hicieran que mi hija dejara de hacer las cosas que le gustaban, como los deportes. Pero ella siguió. Amelia nunca se detuvo. Nunca permitió que la gente la detuviera”.
Amelia es una persona ejemplar ganadora de cien medallas de oro, plata y bronce, desde sus primeros juegos en 1968. Cada día, Amelia se entrena en Piotrowski Park, en el barrio de sur Lawndale, donde pasa su tiempo practicando con el Entrenador David Donohue, coordinador de recreación especial del distrito de parques. “Amelia es verdaderamente una inspiración. No hay límite en lo que puede hacer. Desde el primer día que la conocí me di cuenta que era una persona con incomparables habilidades y con un enorme corazón”, dijo Donohue, quien ha trabajado con Amelia por 25 años. “Creo en estos programas del Distrito de Parques de Chicago. El Distrito de Parques de Chicago realmente transforma la vida de mucha gente como Amelia”.
Connie hizo eco al sentimiento. “Estos programas ayaudaron a Amelia a ser más independiente. Las experiencias que ha adquirido a través de los años han cambiado verdaderamente nuestras vidas. Es una lección para que la gente sepa que no importa tu edad o tus circunstancias, tu puedes lograr tus sueños”, dijo Connie.
La idea de los Olٌmpicos Especiales fue sugerida primero por Anne Burke de la Suprema Corte de Justicia de Illinois, quien en 1967 era instructora en el Distrito de Parques de Chicago trabajando con niños discapacitados. Presentó la idea a Eunice Kennedy Shriver y al Alcalde de la Ciudad de Chicago Richard J. Daley. Hoy, los Olímpicos Especiales son un movimiento de inclusión global que llega a cinco millones de atletas en 172 países. Este verano, del 17 al 21 de julio, Chicago recibirá una vez más a atletas de alrededor del mundo en una semana de celebraciones por el 50 aniversario. Amelia definitivamente se prepara para participar en los juegos de verano de este año. “Competir me hace feliz. Entreno todos los días y estoy lista para los juegos”, dijo Amelia.