Por: Ashmar Mandou
Con las enfermedades mentales afectando cerca del 80 por ciento de la población, de acuerdo a Journal of Abnormal Psychology, es algo que debemos tener en cuenta con nuestros seres queridos o un profesional médico. Como el Mes de la Concientización de la Salud Mental se acerca a su fin, hablamos a doctores que compartieron su punto de vista llevando la conversación en dirección positiva.
Sandeep Mellacheruvu, Director de Salud de Comportamiento en el Hospital Loretto
Las enfermedades mentales afectan a cerca del 20 por ciento de la población adulta, al 46 por ciento de los adolescentes y al 13 por ciento de niños todos los años, de ansiedad, acoso, a PTSD, a demencia y suicidio, por nombrar algunos. ¿Qué puede uno hacer para ayudar a abogar por quienes sufren de enfermedades mentales?
Con una enfermedad mental, no puedes verla. Muchas veces, asumimos otra enfermedad en vez de un problema mental como posibilidad del peculiar comportamiento. Uno tiene que poner atención. Muchas veces los síntomas están ahí, pero repito, la gente prefiere ignorarlos por varias razones. Algunos de los síntomas más notorios incluyen: razonamiento confuso; un largo episodio de depresión (tristeza o irritabilidad); sentimientos de extrema alegría o extrema tristeza; temor excesivo, preocupaciones y ansiedad; aislamiento social, cambios dramáticos en el comer o en el hábito de dormir; fuertos sentimientos de ira; pensamientos extraños (fantasías); ver o escuchar cosas que no están ahí (alucinaciones); creciente incapacidad de enfrentarse a los problemas y actividades diarias; pensamientos suicidas; numerosas enfermedades físicas sin explicación; o inclusive el uso de substancias. En niños más pequeños, se pueden ver cambios en su desempeño escolar, bajas calificaciones a pesar de fuertes esfuerzos, hiperactividad, agresión sin explicación o berrinches o pataletas. Por lo tanto, si conoce usted a álguien que presente estos síntomas, trate de llevarlo a un profesional de salud mental. Si no muestran síntomas de peligro inminente para ellos u otros, es una buena idea empezar con un psicólogo para una evaluación completa. Un psicólogo trabajará observando al paciente muy de cerca o a través de evaluaciones, buscando patrones consistentes de compartimiento. Si se necesita un nivel más alto de atención, entonces el paciente será referido a un psiquiatra para una evaluación mayor. Lo importante a recordar es no ignorar ningún comportamiento que no sea familiar o cambios en actitud o emociones. De nuevo, como con una enfermedad que no se atiende, una enfermedad mental requiere la ayuda inmediata de un profesional para mejores resultados.
Dr. Shatri Swaminathan, Director del Departamento de Psiquiatría en Advocate Illinois Masonic Medical Center en Chicago
¿Cuales son algunos de los mitos que afectan a la gente con enfermedades mentales?
El mito más dañino sobre las enfermedades mentales es decir que es un defecto de caracter, una debilidad emocional que causa que la gente se convierta en enfermo mental y puede solo estar ‘alejado’. Algunos otros mitos se relacionan a la idea equivocada de que son enfermedades “emocionales” y no médicas, y por lo tanto no necesitan intervención médica. Las investigaciones han demostrado que la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia son enfermedades médicas como la hipertensión y la diabetes y requieren el mismo nivel de cobertura en nuestro sistema de cuidado de salud. Otro terrible mito es que el problema del uso de substancias, como las adicciones, son simplemente “alternativas de estilo de vida”. Ideas como estas pueden evitar que la persona reciba el cuidado que necesita.