Por el Dr. Gary Grosel, director médico de UnitedHealthcare of Illinois
Editado por Lawndale Bilingual News
Los conciertos y actividades al aire libre son sinónimo de verano, y ofrecen a los residentes de Illinois la oportunidad de disfrutar del clima más cálido. Pero estas tradiciones a menudo tienen una conexión con la salud de sus ojos y oídos, por lo que es importante estar atento al celebrar el verano y todo lo que eso conlleva. Aquí hay varias configuraciones de verano para tomar en cuenta para ayudar a proteger sus ojos y oídos:
Un dia en el sol
Si está planeando salir a la playa, a los parques, a la orilla del lago, a la fiesta en la calle o a cualquier actividad de verano que implique muchas horas de sol, es una buena idea usar protección para los ojos además del protector solar. La radiación ultravioleta (UV) puede causar daños tanto en la piel como en los ojos. Los rayos UV pueden contribuir al desarrollo de cataratas y degeneración macular, lo que puede resultar en ceguera. La exposición intensa a corto plazo a la luz ultravioleta puede causar “quemaduras en el ojo”, una condición dolorosa asociada con la actividad recreativa al aire libre.
Tenga en cuenta que es importante que las personas, especialmente los niños, salgan y tomen descansos de los dispositivos digitales. Los estudios demuestran que la luz natural puede promover una visión saludable, especialmente en niños y adolescentes con ojos en desarrollo, y que pasar tiempo afuera puede ser un factor protector contra la miopía. En parte debido a los largos períodos de tiempo de lectura y pantalla, más del 40 por ciento de los estadounidenses tienen miopía (miopía), que es la incapacidad de ver claramente los objetos lejanos, y el porcentaje está creciendo.
Sonidos de verano
El verano también es un momento popular para eventos deportivos y conciertos de música, que pueden provocar la exposición a sonidos fuertes. El ruido de la multitud en algunos eventos deportivos puede superar los 90 decibelios; Los conciertos de música pueden superar los 115 decibelios. La exposición prolongada a sonidos de más de 85 decibelios puede contribuir a la pérdida auditiva gradual, por lo que es una buena idea usar protección auditiva, como tapones para los oídos u orejeras, cuando vea a su equipo o banda favorita. Este tipo de protección es especialmente importante para los bebés y los niños que asisten a eventos ruidosos, ya que los folículos auditivos de los jóvenes se dañan más fácilmente que los de los adultos.
Del mismo modo, la escucha prolongada de música o contenido digital a través de auriculares o audífonos puede dañar la audición con el tiempo. Para ayudar a evitar eso, gire el volumen de su dispositivo electrónico al 60 por ciento o más bajo y no escuche más de 60 minutos a la vez. Cuando utilice herramientas eléctricas o una cortadora de césped, nunca escuche los auriculares.