Mi nombre es Gerardo A. Valdivia y vivo en el barrio de West Lawndale. Nací en Ocotlán, Jalisco, México. A la edad de cuatro años vine a Chicago con mi familia. Fui criado en el barrio de Pilsen, aprendiendo lo bello de Chicago y recordando de donde venía. Los dos últimos meses de mi último año de secundaria supe que iba a ser padre. Necesitaba unos cuantos créditos para terminar, pero en vez de la escuela de verano decidí trabajar y empezar a ser un esposo y padre responsable.

Trabajando en fábricas y agencias aprendí cuan importante es tener una educación. No se trataba de cuanto dinero podría ganar, sino de que mejor futuro podría ofrecerle a mi hijo. El 10 de julio del 2015 tuvimos un incendio en la casa mientras todos dormíamos, vivíamos en el barrio de West Lawndale. Mi esposa, Korissa murió mientras mis hijos de siete y dos años y yo sufrimos quemaduras y estuvimos entubados en el hospital. Gracias a familiares y amigos mis niños y yo pudimos ponernos de pie.

Me volví a casar con álguien que me ayudó a recordar las cosas importantes de la vida. Mi esposa, Teresa, había pasado por lo mismo con su hijo Adán, quien a la edad de tres años había perdido a su padre, Emmanuel. Qu asombrosa combinación de familia arrastrando una historia tan triste. Teresa y yo criamos tres buenos muchachos y dos hermosas princesas. Pero yo todavía quería un mejor futuro para todos mis hijos. Con el apoyo de mi esposa pude asistir al programa de GED de St. Augustine College, lo que me preparó, en diez semanas, para obtener mi certificado equivalente a la secundaria. Parte de completar este programa incluyó también un curso de crédito gratis en SAC. Después de este logro en mi vida, decidí aprovechar este oportunidad y tome la clase incentiva en St. Augustine College (SAC). Me di cuenta de que aunque tenía treinta años nunca es demasiado tarde para luchar en la vida por un mejor futuro.

Mi esposa estudia actuamente para recibir su bachillerato de servicio social en St. Augustine College. Tres de mis hijos están en St. Ann Catholic School en Chicago. Yo actualmente sigo mi sueño de continuar el colegio y graduarme. Recuerdo todos los días por lo que he pasado, desde emigrar a un nuevo país, aprender un nuevo idioma, una nueva cultura, la dolorosa pérdida de mi primera esposa y la lucha esconómica como adulto. Pero sin embargo, mi fe, mi esposa, mis hijos, mi cultura y la resistencia que tengo me ayudan a seguir adelante en esta contínua lucha por un mejor futuro, una mejor vida y un mejor yo en el futuro.