Por: Ashmar Mandou
En un esfuerzo por combatir el aumento de la violencia armada que asola los vecindarios de Chicago, el martes, la Ciudad de Chicago publicó el primer “plan de reducción a la violencia” integral, diseñado para proveer iniciativas de guías de seguridad pública y programación para reducir drásticamente la violencia en los próximos tres años.
“La epidemia de la violencia es una crisis de salud pública nacional que ha costado la vida a demasiadas personas en nuestra ciudad y en el país entero”, dijo la Alcaldesa Lightfoot. “De la misma forma en que Chicago se ha unido para combatir el impacto sin precedente del COVID-19 en nuestras comunidades, debemos hacer lo mismo para atender los inmensos retos que se continúan enfrentando debido a toda clase de violencia”.
Titulada “Nuestra Ciudad Nuestra Seguridad: Un Plan Integral para Reducir la Violencia en Chicago”, la iniciativa tardó más de un año en dar fruto, con la colaboración de asociados del Estado y del Condado, miembros de la comunidad, organizaciones filantrópicas, líderes religiosos y sectores comerciales, en un esfuerzo de manos a la obra, para ampliar el trabajo de reducción de violencia de la Ciudad hasta el 2023. De acuerdo a la Ciudad de Chicago, más de 3,000 personas han resultado muertas en Chicago desde el 2016 y más de 12,000 han sido heridas de bala. Estas estadísticas recopilaron rápidamente las experiencias de funcionarios gubernamentales. provéedores de servicios, líderes religiosos, líderes locales y personas, para ayudar a facilitar la forma de reducir la violencia en Chicago.
Tratando la violencia como una crisis de salud pública que no solo es prevenible, sino tratable, estas iniciativas están lideradas por cinco pilares rectores, que incluyen:
1. Empoderar y Curar a las Personas: Asegurarse que los residentes pueden prosperar sin temor a la violencia, aumentando la capacidad y la calidad de servicio en violencia con armas, violencia doméstica, diversión y programas de servicios a las víctimas, mientras se amplía el acceso a empleos y vivienda para los impactados por la violencia.
2. Proteger y Asegurar los Lugares: Reducir la “brecha de seguridad” entre comunidades más seguras y las más afectadas por la violencia, investigando programación y servicios en el lugar y la revitalización de la economía del vecindario a través de iniciativas de la Ciudad como INVEST Sur/Oeste.
3. Mejorar y Promover la Vigilancia: Una mejor colaboración con afiliaciones del Estado y el Condado para coordinar esfuerzos de vigilancia para la seguridad pública y la prevención a la violencia, con enfoque especial en la reforma de justicia criminal, regulación de armas y calidad equitativa de vida.
4. Planear y Coordinar: Facilitar aún más la coordinación, no solo entre los departamentos de la ciudad y las agencias hermanas, sino también entre los esfuerzos privados y comunitarios, para garantizar el alineamiento de las estrategias y los esfuerzos de seguridad pública en todas las 77 comunidades de Chicago.
“Este plan integral, reconoce verdaderamente la forma en que la violencia impacta la salud mental de los individuos y las comunidades enteras. Aplaudo a la Alcaldesa Lightfoot y al equipo de la Oficina de Reducción a la Violencia por su contínuo compromiso de atender esta realidad por medio del establecimiento de coaliciones con organizaciones comunitarias y de salud mental locales, para garantizar que nuestros residentes más vulnerables tienen los servicios que necesitan para sanar y progresar”, dijo Alexa James, Funcionaria Ejecutiva en Jefe de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI) de Chicago. Para más información sobre el plan y el contínuo trabajo de la Oficina de Reducción a la Violencia de la Alcaldesa, visite chicago.gov/publicsafety.