Por: Ashmar Mandou
En una carta abierta de la Funcionaria Ejecutiva en Jefe de las Escuelas Públicas de Chicago, Janice K. Jackson y la Funcionaria de Educación en Jefe, LaTanya D. McDade, CPS planea comenzar a abrir los edificios escolares para las familias que decidan regresar tras las vacaciones de invierno. Los estudiantes inscritos en Pre-K y programas clúster moderados e intensivos tendrán la opción de regresar el lunes, 11 de enero y los estudiantes de K-8 podrán regresar el lunes, 1º de febrero, lo que ha puesto al Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) en un predicamento.
CTU, que acogió varias conferencias de prensa de Zoom durante la semana, continúa vocalizando su preocupación sobre los riesgos de salud del aprendizaje en persona. “Miles de educadores de base, médicos y personal de apoyo quieren el derecho a seguir trabajando de forma remota, porque ellos o un miembro de su familia tienen un mayor riesgo de enfermedad y muerte si contraen COVID-19”. La respuesta de CPS ha sido negarse a permitir que los educadores soliciten una adaptación si los miembros de la familia están en riesgo. – e inclusive niegan a los miembros con graves riesgos de salud personal, como cáncer cerebral, el derecho a trabajar en forma remota”, dijeron en una declaración de CTU el miércoles.
“La mitad de los maestros de Pre-K y de educación especial clúster en escuelas elementales y secundarias, programados para empezar la enseñanza desde los edificios escolares el lunes, se negaron a trabajar en persona el 4 de enero, eligiendo continuar enseñando a los estudiantes en forma segura, manteniéndose alejados. Los trabajadores que se presentaron el lunes, han reportado también graves problemas de seguridad en sus escuelas – y la renuencia a regresar a los edificios que carecen inclusive de los protocolos de seguridad más básicos que CPS ha prometido durante meses – pero que aún tienen que instalar en los edificios”.
Sopesando la conversación, el Congresista Jesús “Chuy” García expide su declaración sobre la educación en persona. “Aunque valuamos la educación y las oportunidades que ofrece a estudiantes de toda procedencia, es indispensable tomar decisiones educativas con consideración a la salud durante esta pandemia mundial. Hago eco a las preocupaciones de muchos educadores, padres y estudiantes de mi distrito, preocupados por el regreso en persona al salón de clases. Chicago, como muchos centros urbanos, continúa sufriendo un alarmante número de casos y muertes de COVID. Los latinos comprenden la parte mayor de casos del virus en la ciudad y desafortunadamente, muchas de las zonas más candentes del COVID se encuentran en mi distrito. No es una coincidencia que la clase trabajadora de familias latinas y negras se vean desproporcionadamente impactadas durante esta epidemia – las mismas familias que representan nuestros educadores, padres y estudiantes”.
Los miembros de CTU informaron problemas que van, desde la falta de lavabos o fuentes de agua caliente para lavarse las manos, hasta la falta de PPE y salones de clase sucios. La mayoría de las escuelas aún no tienen una enfermera o trabajador de cuidado de salud durante la pandemia y CPS ha continuado negándose a probar el funcionamiento de viejos sistemas de ventilación en la escuela – o ver si funcionan o no – para evitar la propagación del virus.
De acuerdo a CPS, para ayudar a prevenir la proliferación del COVID-19, cada salón de clase debe tener un purificador de aire HEPA que quita el 99.99 por ciento de moho, bacterias y virus del aire. Colocando un purificador de aire HEPA directamente en el salón de clases, planea cerca de los estudiantes y el personal, se puede capturar mejor las partículas, limpiar el aire y reducir el riesgo de la transmisión del virus y bacteria bajo techo. Las familias pueden revisar el estado del salón de clases de su hijo visitando cps.edu/airquality.
