Por: Ashmar Mandou
El candidato a alcalde Jesús “Chuy” García dio a conocer un ambicioso plan de seguridad pública frente a una multitud en el City Club de Chicago el 13 de enero. El plan de seguridad destaca la transparencia, los esfuerzos de la comunidad, la responsabilidad y apunta a la reestructuración del Departamento de Policía de Chicago. “No aceptaré un futuro en el que los habitantes de Chicago se vean obligados a vivir con miedo. Merecemos una ciudad de la que podamos estar orgullosos, una ciudad en la que podamos sentirnos seguros. Y merecemos un alcalde cuyo primer paso sea actuar, no poner excusas”, dijo García. “Ningún rincón de esta ciudad está libre del crimen y el trauma asociado. Prometo hacer lo que siempre he hecho: unir a la gente y unificar nuestra ciudad. Juntos, abordaremos las causas profundas de la violencia y nos aseguraremos de que las fuerzas del orden tengan las herramientas que necesitan para mantenernos a salvo. Crearemos una fuerza policial más transparente y responsable, moderna y con todo el personal necesario. Construiremos un Chicago más seguro”. García expuso sus planes sobre lo que espera lograr si es elegido alcalde. A continuación encontrará algunos puntos de la agenda que García compartió en el City Club de Chicago.
• Reemplace al Superintendente Brown. El superintendente Brown ha fracasado en su misión de dirigir el Departamento. Ni sus oficiales ni el público confían en él. Será reemplazado por un líder que comparte mi visión de la vigilancia moderna. El nuevo superintendente de policía debe ser un líder que inspire a las bases, comprenda las estrategias policiales modernas, pueda liderar una transformación cultural y profesional, esté ansioso por generar confianza en nuestras comunidades y comprenda nuestra ciudad. Tengo la esperanza de que podamos encontrar a ese nuevo líder dentro de las filas del Departamento.
• Transición de la salud mental y otras intervenciones a equipos civiles que estén debidamente capacitados para el propósito. Este tema recibió mucha palabrería por parte de la administración, pero una acción inadecuada. Se implementaron algunos pilotos de intervención conductual, pero siguen siendo socavados y retrasados por el liderazgo de CPD. Me moveré rápidamente para desplegar civiles capacitados donde corresponda y desplegar el personal juramentado más costoso y escaso para la prevención del delito y la aplicación de la ley penal.
• Invertir en intervención comunitaria y esfuerzos preventivos Chicago alberga algunos de los esfuerzos de intervención comunitaria contra la violencia más innovadores del país. Pero tienen pocos recursos. Peor aún, son socavados por la alcaldesa Lightfoot y su administración. La tragedia es que el alcalde Lightfoot lo sabe. Habla de una mayor cooperación. Pero la palabrería no es liderazgo. La ciudad necesita un Vicealcalde de Seguridad Pública y una Oficina de Reducción de la Violencia que cuenten con el personal adecuado, dirigidos por alguien con experiencia en intervenciones de violencia. Hoy en día, esas funciones cuentan con poco personal y son ineficaces.
• Mejorar la seguridad pública significa comprometerse a producir resultados. Ningún alcalde ha estado dispuesto a establecer metas, y eso deja a todos sintiéndose impotentes. No tiene que ser así. Establezcamos hitos que los residentes entiendan y apoyen, como hacer que los datos estén disponibles públicamente para que se pueda medir el progreso y el gobierno pueda rendir cuentas.