Por: Ashmar Mandou
Una delegación de Chicago de líderes municipales, estatales, religiosos y filantrópicos, encabezada por la vicealcaldesa de Derechos de Inmigrantes, Migrantes y Refugiados, Beatriz Ponce de León, visitó la frontera sur la semana pasada. La delegación viajó a las ciudades de Texas, El Paso, San Antonio, McAllen y Brownsville, que juntas comprenden los principales puntos de partida de migrantes que viajan a Chicago, tanto por autobús como por aire.
“Con el tiempo cada vez más frío y cientos de migrantes llegando todos los días, es más importante que nunca que cada parte interesada a nivel estatal, federal y local, trabaje diligentemente para atender este reto, mientras se continúa atendiendo las necesidades de los residentes de Chicago e Illinois”, dijo en una declaración la oficina de Johnson.
El propósito de este viaje es revisar las operaciones en los centros de procesamiento federales y los sitios de tránsito municipales y dirigidos por ONG, y comenzar discusiones con las partes interesadas locales sobre la forma de aliviar los desafíos financieros y operativos, tanto en Chicago como en la frontera.
Un punto de énfasis fue establecer mejores líneas de comunicación y recoger datos de migrantes para agilizar el procesamiento de autorización de trabajo y la transición a la auto-suficiencia. La delegación de Chicago compartirá también pertinente información sobre las condiciones extremas de vivienda y protección al clima que enfrentan quienes buscan asilo en Chicago y los inmensos retos que enfrentan los que no tienen patrocinadores verificados.
Hall y sus compañeros concejales Byron Sigcho-Lopez (distrito 25) y Lamont Robinson (distrito 4) estuvieron entre la delegación que hizo el viaje al sur, donde pudieron ver de primera mano la crisis migratoria que ocurre en la frontera de Texas. “Cuando la gente llega al final de los puntos de control, está realmente confundida sobre cuáles son los próximos pasos”, dijo Sigcho-López. “Realmente hay poco apoyo o coordinación sobre cuál es el punto de destino”.
El Alcalde, juntos con ayudantes senior y personal de operaciones claves, permanecieron en Chicago para atender la urgencia inmediata de agregar espacio para albergar a miles de nuevos recién llegados que actualmente duermen en estaciones de policía, aeropuertos, o en la calle. Ahora mismo hay 11,000 migrantes en los albergues de la ciudad y 3,600 más esperando colocación.
