Por Ashmar Mandou
El Alcalde Brandon Johnson apareció ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos el miércoles, para defender la protección de los inmigrantes indocumentados de Chicago, expresando que la ordenanza de Ciudad Santuario hace que todos los habitantes de Chicago estén más seguros. “Todo crimen violento es devastador, pero hacer de chivo expiatorio a comunidades enteras no solo es engañoso, es injusto y no lo podemos tolerar”, dijo Johnson durante su discurso de apertura. “Cualquier acción que amplifique el temor de las deportaciones hace a Chicago más peligroso”. Johnson recurrentemente expresó que el índice del crimen en Chicago ha bajado desde que ocupó la oficina, hace 21 meses, Incluso mientras la ciudad luchaba por atender a más de 51.000 personas, muchas de ellas huyendo de la violencia y el colapso económico en Venezuela, que llegaron a Chicago, la mayoría en autobuses pagados por el gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano.
“Como Alcalde de Chicago, nada es más importante para mí que la seguridad y el bienestar de todos nuestros residentes. Desde que fui electo, mi administración se ha centrado exclusivamente en crear e implementar iniciativas de seguridad pública que protejan a todos los habitantes de Chicago. Lanzamos el Plan de Seguridad Comunitaria de la Gente, que crea confianza entre las comunidades y la aplicación de la ley, haciendo una prioridad la transparencia y la intervención en la violencia. Establecimos un grupo especial dedicado al robo y redujimos los robos en un 25 por ciento en la ciudad. Hemos agregado más de 200 detectives, aumentando los índices de claridad en nuestros casos. Y hemos actualizado el equipo y la tecnología de los policías para que nuestros oficiales de policía tengan las herramientas que necesitan para prevenir y combatir con efectividad el crimen”, dijo el Alcalde Johnson.
En un fiero intercambio entre el Alcalde Johnson y los miembros del Comité Republicano, incluyendo al Representante de E.U. James Comer (R-Kennedy), quien señaló a Chicago acusando a la policía de rehusarse a entregar a un hombre indocumentado arrestado por intentar atraer a un niño a los agentes federales de inmigración. Johnson respondió, “La ordenanza de Ciudad Santuario de Chicago está designada a asegurar que todos los residentes de Chicago, sin importar su ciudadanía o estado de migración, puedan obtener los servicios de la ciudad, incluyendo la protección policíaca y el cuidado médico”.
La Ordenanza de Ciudad Santuario fue aprobada en el 2012 bajo el ex Alcalde Rahm Emanuel, quien trabajó sobre una ordenanza existente y por mucho tiempo política de la Ciudad, que prohíbe que las agencias pregunten sobre el estado de inmigración a gente que busca servicios de la Ciudad y ofrece que el Departamento de Policía de Chicago (CDP) no cuestionará a víctimas de crimen, testigos y otros residentes respetuosos de la ley, sobre su estado legal. Tras escuchar a los cuatro alcaldes, la Representante de E.U. Anna Paulina Luna declaró que intenta “referirlos criminalmente al Departamento de/Justicia para Investigación. “No lo hago con la intención de intimidarlos, pero creo que sus políticas están perjudicando al pueblo estadounidense”, testificó Johnson junto a la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, el alcalde de Denver, Mike Johnston, y el alcalde de Nueva York, Eric Adams. El número de migrantes que han llegado a Chicago es cerca de 50,000 y de acuerdo con la organización no partisana Illinois Policy, Chicago gastó cerca de $300 millones en la crisis migrante desde el 2022.
