El fiscal general, Kwame Raoul, anunció hoy que se unió a una coalición de 21 fiscales generales para instar a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) a aprobar las píldoras anticonceptivas de venta libre que cumplan con los estándares de seguridad y eficacia aplicables, incluida una solicitud pendiente para la primera píldora de venta libre (OTC). Si se aprueban, las píldoras anticonceptivas seguras y efectivas estarán disponibles para su compra sin receta, eliminando las barreras que actualmente impiden que muchas personas accedan a la atención reproductiva oportuna. En una carta enviada a la FDA, Raoul y los fiscales generales argumentan que la aprobación de la píldora permitiría a las personas, especialmente a las de poblaciones vulnerables, tener un mayor control sobre su salud, su vida y su futuro. También les ayudaría a evitar los peligros económicos y de salud que conllevan los embarazos no deseados. En la carta abierta a la FDA, Raoul y los fiscales generales afirman que la píldora debería aprobarse para su uso sin receta porque:
• Se ha encontrado que es seguro y eficaz para la mayoría de los usuarios. Los estudios muestran que las píldoras de progestina sola, como Opill, conllevan un riesgo mucho menor de coágulos de sangre que las píldoras anticonceptivas tradicionales de combinación de estrógeno y progestina. Estas píldoras se han usado de manera segura en los EE. UU. desde 1973 con efectos secundarios mínimos. Los estudios de las píldoras anticonceptivas de progestágeno solo muestran que tienen más del 90 % de eficacia en la prevención de embarazos no deseados, más eficaces que métodos como el espermicida, los condones o la esponja.
• Proporcionaría una ayuda crítica a las personas de las poblaciones vulnerables. Las barreras para acceder al control de la natalidad afectan desproporcionadamente a las personas de color, las familias de bajos ingresos y las personas que viven en áreas rurales, que con mayor frecuencia tienen seguro insuficiente o no tienen seguro, y por lo tanto les resulta más difícil obtener la atención reproductiva que necesitan. Las opciones de venta libre contribuirían en gran medida a reducir estas desigualdades y hacer que el sistema de atención médica sea más justo y accesible para todos. Los beneficios de dicho sistema incluyen tasas de mortalidad materna más bajas, menos pobreza, niveles más altos de salud física y mental y más libertad económica y oportunidades para las comunidades vulnerables.