El Alcalde Rahm Emanuel anunció el martes su intención de introducir una ordenanza de Bienvenidos a la Ciudad, en un esfuerzo por hacer de Chicago la ciudad más amistosa del país con los inmigrantes, incorporando protecciones básicas para los chicaguenses indocumentados que no hayan sido convictos de crímenes graves ni hayan sido requeridos por orden penal.

“Esta ordenanza de Bienvenidos a la Ciudad hará de Chicago un líder nacional al dar la bienvenida a aquellos que siguen las reglas del juego, contribuyen con nuestra economía y ayudan a hacer de Chicago la increíble ciudad prevista por los primeros colonizadores inmigrantes”, dijo el Alcalde Emanuel.

La ordenanza se basa en una regulación de la Ciudad que prohibe que las agencias pregunten el estado de inmigración a la gente que busca servicios de la ciudad y provee que el Departamento de Policía de Chicago no cuestionará a víctimas de crimen, testigos y otros residentes respetuosos de la ley, sobre su estado legal. Ahora será ampliada para garantizar que los indocumentados de Chicago solo serán detenidos si son requeridos por las autoridades locales o federales, por orden penal, si son convictos de un crimen grave y permanecen en Estados Unidos ilegalmente, o si son una amenaza a la seguridad pública o a la seguridad nacional.

“Sabemos por experiencia que incluir a la policía y al gobierno local en la aplicación de la ley civil federal socava la seguridad pública, desperdicia recursos para la aplicación de la ley y debilita la confianza entre la policía y las comunidades a quienes sirven y protegen”, dijo el Rep. De E.U. Luis V. Gutiérrez (IL-04)

“Hay una diferencia entre la gente que viene aquí a contribuir al bienestar de sus familias y en el proceso contribuye al bienestar de la ciudad, con quienes se involucran en actividad criminal y en el proceso destruyen nuestra calidad de vida”, dijo Juan Rangel, CEO de The United Neighborhood Organization (UNO).