Cortesía de Raúl Montes Jr.
Residentes de La Villita se reunieron el fin de semana con la esperanza de obtener más recursos para combatir la violencia pandillera.
El surgimiento de violencia pandillera y disparos entre pandillas en las últimas semanas en la comunidad de la Villita ha hecho que la gente se sienta como secuestrada y asustada en su propia comunidad. Desde junio ha habido por lo menos once balaceras y un homicidio en la parte oeste de la comunidad reportada. Lo que precipita este foro comunitario con los residentes y la policía es la afluencia de violencia pandillera y el crimen que se pasa a los suburbios vecinos como Cicero, Berwyn, Stickney o Forest View.
Muchos vecinos y propietarios de negocios locales han trabajado diligentemente, por años, en un esfuerzo por llamar la atención de nuestros funcionarios públicos federales estatales y locales, para que lleven recursos para una mayor prevención de violencia, cámaras de vigilancia “Luz Azul” y más presencia policíaca para ayudar a combatir la violencia pandillera, sin éxito alguno. Uno debe entender los aspectos sociológicos de esta comunidad indigente a la que han dejado en un segundo plano.