La intimidad de Schademann Studios, sus pisos de madera y su inclinación por la nostalgia de los años 40 crea una atmósfera cálida y acogedora para quienes desean un retrato eterno, un grito lejano de una vida anterior en el espacio, un refugio de acontecimientos notables de horror y ciencia ficción.
Tal transformación se atribuye al trabajo y talento del hombre tras la cámara, Matthew Schademann, quien trabajó para rehabilitar el espacio por seis semanas un día, por cinco meses.
Fotógrafo, entusiasta de los animales y preservador cultural, abrió Schademann Studios, localizado en el 6729 W. Roosevelt Road en Berwyn, en diciembre del 2013.
Con servicio de fotografías que incluye perros, retratos, restauración de vendimias y bodas, tanto dentro del estudio como fuera de él, Shademann se asegura de entender las necesidades del cliente y mantener su propia perspectiva artística.
“Se tiene que tener un perfecto equilibrio entre dirigir y no ser autoritario”, dijo Schademann. “Tienes que conocer a tu gente y tocar la cuerda correcta”.
De 41 años, Schademann es un hombre delgado, con un deje de profesional urbano. Tiene fuertes raíces en Illinois. Creció en Norridge y se sintió inspirado por el amor de su abuela por la artesanía. Principalmente autodidacto en fotografía, Shademann desarrolló el mismo sus destrezas profesionales que han impulsado su negocio.
“Una vez que tienes los fundamentos de esos elementos básicos y técnicos, la mecánica se encarga de todo”, dijo Schademann. “Si tienes esa maña natural muchas cosas se desenvuelven por si mismas. Pienso que si lo hice, también me divertí con ello”.
Shademann traduce esas destrezas heredadas en la fotografía y la preservación histórica, ya que trabaja para la Comisión de preservación Histórica de Berwyn y actualmente funge como director de la Mesa Directiva de la Sociedad Histórica de Berwyn, donde digitalmente restaura y archiva fotografías para el público en general.
Uno de sus sujetos favoritos, su perro Brodie, sobresale entre su colección de fotografías. Schademann captura perfectamente en el marco la torpe energía del perro, como apasionado por los animales que es y que trabaja con organizaciones como Animal Cure League de Oak Park.
Schademann pasó otra versión de su negocio de fotografía de Roscoe Village a Berwyn, por el potencial que vio en el barrio y porque sabe lo que es luchar en tiempos difíciles por un negocio pequeño.
Al final de todo, es la independencia que tiene el propietario de un pequeño negocio lo que le ayuda a disfrutar su trabajo.
“Lo que me gusta es que siempre tengo un nuevo jefe, un nuevo cliente cada vez”, dijo. “Va y viene. No hay consistencia, pero la libertad de poder llamar a algo tuyo, no tiene precio”.
Para más información sobre Shademann Studios, visite www.shademann.com.