El Senador de E.U., Bernie Sanders, discutió la reforma de inmigración, empleos, educación y salud durante una reunión el lunes, en el barrio de La Villita de la ciudad. El Comisionado del Condado de Cook, Jesús “Chuy” García, presentó a Sanders en una aparición en el Pollo Feliz, restaurante del barrio predominantemente méxicoamericano. “Sanders no es un político común y corriente”, dijo García refiriéndose a Sanders. “Está aquí porque Bernie Sanders es álguien que cree en el cuidado de salud, la vivienda, el cuidado infantil y los derechos humanos básicos para todos en Estados Unidos. Entiende la situación de la gente trabajadora de esta tierra”.
En su discurso, Sanders habló sobre su apoyo a la reforma de inmigración y la necesidad de brindar un camino hacia la ciudadanía a 11 millones de personas indocumentadas que viven en Estados Unidos. “Están mirando al hijo de un inmigrante”, dijo Sanders. “Mi padre vino a este país de 17 años, sin dinero y sin hablar inglés”, agregó. El Senado de E.U. aprobó hace dos años una legislación de la reforma de inmigración con el apoyo de Sanders, pero la Cámara se negó a aceptarla. Como presidente, Sanders dijo que trabajaría con los legisladores en Capitol Hill, pero agregó, “Si el Congreso no actúa, usaremos la autoridad ejecutiva del presidente para detener la división de familias”.
En noviembre, Sanders presentó su plan de inmigración “Las Familias Primero”. A través de la legislación y la acción ejecutiva, Sanders implementaría una política de inmigración que ofrezca un camino a la ciudadanía, basada en derechos civiles, humanos y económicos. Sanders se refirió también a las palabras de Donald Trump. “En este país, la gente pude no estar de acuerdo, pero lo que no aceptaremos en el 2015 es llamadas al racismo. Vamos a cerrar esa puerta al racismo. No vamos a dejar ni que Trump, ni ningún otro, abra jamás esa puerta”.