La situación: Es hora de hornear algo delicioso – pero cuando saca del horno su molde para pan, bandeja para muffins o sartén de hierro forjado) ve que dentro de ellos se forman pequeñas manchas de óxido. Su preocupación: Consumir alimentos que hayan hecho contacto con el óxido. ¿Qué pasa si es tóxico? ¿Qué hay del tétano? Que pasará: Probablemente nada. Aunque el tétano es potencialmente una infección mortal del sistema nervioso, es causado por bacteria (esporas de la bacteria Clostridium tetan, para ser específicos), no por el óxido mismo. La bacteria muchas veces se encuentra en la tierra o en el excremento animal, de acuerdo a NIH – y solo sucede si los elementos estuvieron típicamente asociados con el tétano (digamos, clavos oxidados) y usualmente se encuentran fuera, donde pueden haber estado mezclados con bacteria. Por lo que si por alguna extraña razón sus utensilios de hornear han estado expuestos a estos elementos en particular (y si usted no está al día con sus vacunas contra el tétano) probablemente es mejor reemplazar los utensilios oxidados.

Si sus utensilios oxidados están hechos de hierro forjado, la mayoría de autoridades culinarias dicen que son completamente salvables. De hecho, con unos cuantos utensilios y un poco de grasa, hay muchas formas de quitar el óxido del hierro forjado. Expertos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, están de acuerdo de que un poco de óxido en un utensilio de cocina es posible que no le haga daño. (inclusive el óxido en el agua potable no es considerado un riesgo a la salud). Pero para terminar, lo mejor es ir por la vía segura – por lo menos esa es la opinión del toxicólogo James H. Woods, PhD., del Departamento de ciencias de salud ambientales y ocupacionales de la Universidad de Washington. “No sé de ningún estudio que muestre considerables problemas de salud asociados con comer alimentos preparados en utensilios oxidados, pero ¿para que correr el riesgo?” dice. “Yo renovaría mis utensilios de cocina”.