Investigaciones de España confirman que las mujeres senior son tres veces más propensas que sus compañeros varones a tener una fractura de cadera, pero encuentran también factores de riesgo distintos en hombres y mujeres. El analfabetismo y la depresión aumentan el riesgo de fractura en mujeres mayores, mientras que el tabaquismo y la incapacitación aumentan el riesgo en los hombres mayores. La demencia no aumenta el riesgo de fractura de cadera, pero estar casados o tener una pareja reduce el riesgo para hombres y mujeres, dicen los autores. Cada año, más de 300,000 estadounidenses de 65 años son hospitalizados por fracturas de cadera, de acuerdo a los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Aproximadamente tres de cada cuatro fracturas de cadera ocurren en mujeres.
El estudio, publicado en Maturitas, fue conducido por Elena Lobo, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Zaragoza, España. Lobo y sus colegas analizaron historias médicas y psiquiátricas de 4,803 adultos en Zaragoza, de más de 55 años, incluyendo el número de fracturas de cadera. Los participantes tenían 73 años de edad en promedio. Durante el curso de 16 años, aproximadamente el ocho por ciento de mujeres se rompió la cadera, comparado con menos del tres por ciento de los varones. Entre las mujeres en el estudio, no poder leer aumentó el riesgo de fractura en aproximadamente 50 por ciento y ser diagnosticadas con depresión aumentó el riesgo en un 44 por ciento. Para los varones, fumar duplicó el riesgo de fractura de cadera y estar incapacitados triplicó el riesgo. Los varones que tenían pareja tenían menos de la mitad de probabilidades de sufrir una fractura de cadera y las mujeres que estaban casadas o vivían con álguien tenían 30 por ciento menos de probabilidades de romperse la cadera. Los autores del estudio dicen que este hallazgo tiene sentido, porque los ancianos que viven con una pareja es menos probable que estén mal nutridos o deprimidos y es más probable que tengan apoyo en una posible incapacidad. Los autores reforzan también la importancia de asegurarse que los adultos mayores están consumiendo un número adecuado de calorías. Su dieta debe estar enfocada en alimentos ricos en calcio y proteína para la prevención de pérdida de masa muscular y ósea.