por Daniel Nardini
En 1862, el ejército mexicano pudo detener temporalmente una invasión francesa en la Primera Batalla de Puebla, el 5 de mayo. En celebración de esta derrota francesa, el Presidente mexicano, Benito Juárez, publicó una proclamación que declaraba que el Cinco de Mayo sería una celebración de la derrota de un invasor enemigo y la reafirmación de la independencia de México. Aunque los franceses eventualmente tuvieron éxito en la conquista de México y eventualmente las fuerzas armadas mexicanas bajo Benito Juárez pudieron finalmente liberar a su país del gobierno francés, la celebración del Cinco de Mayo ha sido y es, ahora más que nunca, el símbolo de la lucha de México y su triunfo por la libertad. Más que eso, el día es un símbolo de México y de los mexicanos de su lucha por su dignidad.
Esto se vuelto realidad en la lucha contra la creación de un muro fronterizo del Presidente de E.U., Donald Trump, para separar físicamente a Estados Unidos de México. Es el último escupitajo en el rostro contra un país y un pueblo que no ha hecho ningún daño a Estados Unidos o a los estadounidenses y que se construye en la premisa del temor, el odio y una noción irrealística de que de alguna forma, la seguridad en la frontera puede “asegurarse” con la construcción del muro. Intentos anteriores en la seguridad del muro han sido fallos fatales. El gobierno de E.U. trató de aumentar la seguridad de la frontera y ha fracasado en mucho. El gobierno de E.U. trató de hacer una cerca frontera y falló. Como un muro va a lograr algo diferente simplemente es un delirio paranóico de la extrema derecha política estadounidense.
A pesar de los intentos del Presidente Trump de empezar el muro fronterizo, su propuesta ha sufrido graves tropiezos. Primero, los demócratas en el Congreso de E.U. han podido forzar a Trump a no poner por ahora fondos para la construcción del muro en el presupuesto de gastos de E.U. Segundo, California y numerosas tribus de americanos nativos, como los Tohono O’odham, en la frontera entre Arizona y Sonora, irán a corte para proteger sus tierras y su territorio de que se construya el muro. Finalmente, México mismo no tolerará que se construya un muro fronterizo físico. El Presidente Trump ha reunido exitosamente a todos los sectores de políticos mexicanos contra este problema. Sin importar que este sea un mexicano conservativo, un mexicano liberal o un mexicano de ala izquierda, todos están contra la creación del muro fronterizo entre Estados Unidos y México. como un creciente número de estadounidenses, no quieren ver que esto impida que gente de México o Centroamérica trate de cruzar la frontera y no ven como impediría que los carteles mexicanos de la droga entren a Estados Unidos.
El verdadero problema debería ser como México y Estados Unidos pueden trabajar juntos para enfrentar los problemas que tienen en la frontera compartida. Esto sería mejor para garantizar la paz, la estabilidad, la cooperación política y económica y la seguridad en la frontera que ningún muro físico. Como la derrota temporal de los franceses en la Primera Batalla de Puebla, esta primera derrota contra la creación de un muro fronterizo esperamos sea el primer paso de una derrota total en la creación de tal barrera entre Estados Unidos y México.