Los niños cuyas madres mantienen un estilo de vida saludable es menos probable que sean obesos que los niños de madres menos saludables, reportan los investigadores. Las madres tienen una poderosa influencia sobre las alternativas de estilo de vida de sus hijos, pero se desconoce si los patrones de vida saludable en las madres influencían el desarrollo de obesidad en sus hijos. El equipo del Dr. Sun utilizó información de Health Study II y Growing Up Today Study de las enfermeras para clarificar la asociación entre el estilo de vida de la madre durante la niñez y adolescencia de su hijo y su riesgo de obesidad entre las edades de 9 y 18 años. En particular, los investigadores consideraron cinco factores de estilo de vida de bajo riesgo: dieta saludable, índice de masa corporal, el no fumar, consumo ligero o moderado de alcohol y participar en actividad física moderada o vigorosa por lo menos 150 minutos a la semana. El riesgo de obesidad en el hijo disminuyó con cada factor de estilo de vida adicional, como los hijos de mujeres que siguieron tres comportamientos de bajo riesgo (dieta saludable, actividad física y consumo ligero a moderado de alcohol) estuvieron 23 por ciento menos propensos a la obesidad comparados con niños cuyas madres no tenían ningún factor de bajo riesgo. Los estilos de vida saludables de las madres no necesariamente se pasa a los estilos de vida saludable de los hijos en este estudio, pero cuando se pasa, el hiio tiene un 82 por ciento de mejor riesgo de ser obeso, comparado a cuando las madres y los hijos tienen un estilo de vida de alto riesgo.