Un análisis de más de 1,000 personas, con y sin desórdenes psiquiátricos, ha demostrado que los nitratos – químicos utilizados para curar carnes como la carne seca, el salami, los hot dogs y otros bocadillos de carnes procesadas – pueden contribuir a la manía, un estado de ániimo anormal. La manía se caracteriza por la hiperactividad, la euforia y el insomnio. Los hallazgos del estudio de Medicina Johns Hopkins, que no estuvieron destinados a determinar causa y efecto, fueron publicados el 18 de julio en Molecular Psychiatry. Específicamente, se encontró que la gente hospitalizada por un episodio de manía tenía más de tres veces la probabilidad de haber ingerido carnes curadas con nitrato, que la gente sin un historial de grave desorden psiquiátrico. Experimentos en ratas, hechos por los mismos investigadores, mostraron la hiperactividad tipo manía, después de solo unas cuantas semanas de dieta a la que se había añadido nitratos. Aunque el número de genética y otros factores de riesgo han sido vinculados a los episodios maniáticos que caracterizan el desorden bipolar y pueden ocurrir en otras condiciones psiquiátricas, estos factores no han podido explicar la causa de estas enfermedades mentales y los investigadores buscan cada vez más factores ambientales, como la dieta, que puede jugar un papel principal. La manía, un estado de ánimo elevado, de exitación y energía, que dura de semanas a meses, es generalmente visto en personas con desorden bipolar, pero puede ocurrir también en quienes padecen esquizofrenia. Los estados maniáticos pueden conducir a comportamientos peligrosos y pueden incluir pensamientos delirantes y la mayoría de los afectados experimentan múltiples hospitalizaciones en el curso de su enfermedad psiquiátrica.