El ejercicio puede impulsar el reloj del cuerpo humano y la dirección y la cantidad de este efecto depende del tiempo del día o la noche en que la gente hace ejercicio. Esto es de acuerdo a una nueva investigación publicada en The Journal of Physiology. Estos hallazgos sugieren que el ejercicio podría contrarrestar los efectos del jet lag, el turno de trabajo y otras interrupciones del reloj interno del cuerpo (ej. despliegues militares) ayudando a las personas a adaptarse al cambio de horario. El reloj circadiano del cuerpo es el ciclo de 24 horas que regula muchos procesos fisiológicos, incluyendo el sueño y la alimentación. Muchos factores afectan este reloj interno del cuerpo, incluyendo la luz y la hora. Se sabe que el ejercicio causa cambios en el reloj circadiano, sin embargo poco se sabe sobre este efecto. Este estudio encontró que hacer ejercicio a las 7 a.m. o entre 1 y 4 p.m., mueve el reloj del cuerpo a una hora más temprana y el ejercicio entre las 7 y las 10 p.m. demora el reloj del cuerpo a hora más tarde. El ejercicio entre la 1 y las 4 a.m. y a las 10 a.m., sin embargo, tiene poco efecto en el reloj del cuerpo y el efecto de cambio de fase del ejercicio no difiere por edad ni género. Los investigadores de la Universidad de California, San Diego y Arizona State University examinaron los relojes del cuerpo tras el ejercicio de 101 participantes por hasta cinco y medio días.