La Colaborativa para Bienestar Comunitario, el Concejal Byron Sigcho y activistas de Black Lives Matter sostuvieron una conferencia de prensa el martes para pedir a la Alcaldesa que gaste el dinero de ayuda federal en salud mental, no en la policía. Los activistas están pidiendo que el dinero del Plan de Rescate Estadounidense sea para aumentar los fondos para un programa de crisis de salud mental, no para la policía y el restablecimiento de clínicas de salud mental. De acuerdo a Cheryl Miller, organizadora de Southside Together Organizing for Power y la Colaborativa para Bienestar Comunitario: “la ciudad debe proactivamente proveer acceso al apoyo de salud mental informado sobre el trauma, tanto en clínicas públicas como en una respuesta móvil no policial. Chicago está preparado para recibir $ 1.8 mil millones de dólares del dinero federal del Plan de Rescate Estadounidense. Estamos pidiendo que la ciudad utilice una porción de esos $1.8 mil millones de dólares para Tratamiento no Trauma patrocinando de lleno la respuesta piloto en crisis, no policíaca, basado en clínicas de salud mental, así como restaurar las clínicas de salud mental que fueron cerradas”. Ms. Miller agregó que “lo que ocurrió con el último dinero de ayuda federal no puede volver a ocurrir. Que la alcaldesa haya puesto la mayoría de dinero de ayuda del COVID en la policía es una negligencia y una deliberada privación de los recursos necesarios a nuestras comunidades”. Un pequeño piloto de tratamiento No Trauma, un programa para crisis de salud mental no policíaco fue aprobado en el más reciente presupuesto de la Ciudad. La Colaborativa para Bienestar Comunitario pide la expansión del sistema de respuesta a crisis que se basará en las 5 clínicas de salud mental del CDPH que operan independientemente del Departamento de Policía de Chicago; la ubicación de por lo menos $25 millones del Plan de Rescate Estadounidense como un pago inicial de fondos total para un programa integral de Tratamiento NO Trauma; y restablecer las clínicas de salud mental. En la última ronda de ayuda federal para el COVID, el Acta CARES, la Alcaldesa gastó dos terceras partes del dinero, $281M en el Departamento de Policía de Chicago y $68M se quedaron sin gastar.